Nuevo proyecto ubicado en uno de los enclaves más exclusivos de Mallorca, esta vivienda se abre al paisaje con unas vistas privilegiadas hacia la isla de la Dragonera.

El proyecto aborda también la reforma de la fachada, reinterpretando su identidad a través de un juego de lamas y jardineras que aportan ritmo, profundidad y una nueva relación con el entorno, fusionando arquitectura y naturaleza de manera sutil y elegante.

En el interior, el diseño apuesta por la pureza de las líneas y la nobleza de los materiales. Grandes panelados de madera, toques de piedra natural travertino y una cuidada selección de piezas a medida envuelven cada espacio en una atmósfera cálida y natural.

La luz mediterránea, protagonista indiscutible, se filtra a través de amplios ventanales que integran el mar y el paisaje en la vida interior.